El colegio Juan Pablo II y Santo Ángel de Puerto Real dio comienzo a la Semana Santa el viernes de Dolores con unas procesiones que pasearon por las calles del municipio gaditano. Los alumnos, familias y la comunidad educativa se ocuparon del montaje de las procesiones que llevaban a Cristo Crucificado y a la Virgen.

Un viernes muy soleado y con el azahar ya en flor, facilitó la salida de las dos procesiones que el colegio de Puerto Real lleva haciendo desde hace varios años.

Nazarenos,  mantillas,  guardias civiles, capataces,  costaleros y toda  una ristra  de protagonistas cofrades se colocaron en la puerta del colegio para empezar la pequeña estación de penitencia. Pero no sin antes escuchar la saeta cantada y dedicada por la abuela de una de las alumnas. Tras la salida, la banda de música compuesta por los pequeños de tres y cuatro años y los alumnos de secundaria, comenzaron a tocar las respectivas marchas de Semana Santa.

El recorrido pasó por la calle central de Puerto Real hasta la Iglesia de San Sebastián y con la asistencia de numerosas personas en las calles acompañando a las procesiones.

Tras entrar en el templo, los alumnos, familias y profesores tomaron asiento para comenzar una oración, leer la lectura del día y escuchar la homilía que dio el capellán del colegio don Juan Ramón Rouco manifestando que “el significado de estos días, no es sino, el camino que recorreremos para llegar y entender a Cristo, y no unas simples vacaciones, por lo que debemos ser conscientes de vivir y sentir con Él la Semana Santa”.

Los más pequeños desempeñaron los momentos cofrades con una intensa emoción que se podía apreciar claramente en sus rostros y desde la salida hasta la vuelta al colegio, respetaron los tiempos del recorrido con éxito.

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